Érase una vez en los primeros años, los niños curiosos, como la programación de TVE, que hasta entonces había contado con la única televisión, prestaba atención prioritaria al rock y al pop, se dice, en aras de una juventud abundante, la de la generación X, el más grande de España. Pierden cuando los registros son eliminados de sus cerebros.
Televisión Española tiene para ellos un catálogo inmejorable, disponible en RTVE Play. Todo esto puede contener programas de décadas pasadas enteras, con todos sus episodios. Este es un material que se corta en fragmentos muy pequeños, demasiado pequeños, en formatos como estos. Viaje al centro de la televisión o cachitos. Cómo la gente es perezosa para navegar con menús infinitos, la serie Tesoros de la Tele, En La 2, recuperan a partir de 2020, en capítulos monográficos, los espacios favoritos del último lustro. Y decirles por qué, claramente, este material no caduca.
Le tocó pasar a Domingo pop-rock y me alejé de los nostálgicos. Se fue el sábado, tras la película vespertina, y su presentadora, Beatriz Pécker, dejó claro desde el primer capítulo que su objetivo era que la chavalada retrasara el tiempo de la subida (para las llamadas más salvadas que hoy registran el ideal). personas que han fallecido). Entre 1988 y 1992 actuó con algunas estrellas internacionales (REM, Tina Turner, Depeche Mode, Whitney Houston) y nacionales (Sabina, Siniestro Total, Loquillo, Los Rodríguez). La mayoría de ellos regresan a la reproducciónaunque Iggy Pop tuvo que negarse y subió solo haciendo rugir su guitarra; por el contrario, Kylie Minogue también apareció sola, pero no necesitó micrófono, por lo que es diferente.
Además, el programa recupera otras activaciones, eso sí, en directo, de las que han tenido conciertos en España (los Ramones, con entrevista), en festivales internacionales (como el Amnistia Internacional) o en algunas sesiones más alternativas (como la de La Unión ) en Radio Futura y El Último de la Fila, rebautizados como Los Peatones, vaya joya).
En aquella época, la promoción de cualquier banda estaba en la agenda de varios países aunque fuera para simular tocar una sola canción. Pécker también se movió detrás de las figuras: vio a U2 en el aeropuerto, viajó a Malibú para encontrarse con Sting, escuchó una canción de David Bowie. Y tuve preguntas sorprendentes, porque en aquella época la comunicación de los artistas no era tan acompañada como hoy, cuando te pedí 15 minutos vía telefónica y te aconsejé qué preguntar y qué no preguntar.
pop-rock sólo fue un programa musical entre muchos otros que proliferaron en el pasado en TVE: Aplausos, La edad de oro, Caja rítmica, Popgrama, Tocata, Esa noche de ese año, Avanba buluba balam bambú, Disco visto… El melómano se queja de que hoy en día ningún televisor presta tanta atención al escenario sonoro. En la televisión pública fue eliminado como única excepción y circunscrito a las drogas, Conciertos de Radio 3; una intención tan meritoria como fue La musa ahora No hay continuidad tuya. Quizás todo esto indica que la música pop no tiene la relevancia social que necesita: por eso fue el tema de conversación dominante durante muchos años y uno se sentía obligado a quedarse a más tardar. Hoy en día la música se llena de avalanchas de contenidos que acaparan nuestra atención desde las pantallas grandes y pequeñas. Sólo si escuchas discotecas, sí. lista de reproducción.
El escritor Jorge Dioni dice que la nación pop se ha amurallado con el Estado de bondad, y como expiró entre la Gran Recesión a partir de 2007: “Era la música de la clase media, que ahora sólo quiere consumir nostalgia”. El autor concluye: “Restauraremos algo que se ha perdido y lo haremos con un ritual clásico: reunir a los hijos que lo acompañaron momento. Es imposible.» Al mostrar tanto tu pasado, al presumir con la razón del mismo, TVE hace más evidente que no sabes nada de lo que ha pasado en tus años más emotivos.