La política migratoria monopoliza el debate público en Alemania y desplaza el foco de Solingen | Internacional

“Wir schaffen das” (ya llegaremos a él) de Angela Merkel nunca ha tenido un sonido tan lejano como ahora. Nuevos casos años después de la famosa sentencia en la que el excanciller democristiano cobraba vida en la ciudad para acoger al millón de refugiados que huían de la guerra en Siria, Alemania está replanteando su política migratoria. El enfoque yihadista de Solingen ha despertado el interés en el país y provocado una reacción casi unánime contra el «problema migratorio» en días de elecciones cruciales en los estados federados orientales de Turín y Sajonia, donde los ultras de Alternativa para Alemania (AfD) tratan de aprovechar la indignación y la incertidumbre de muchos ciudadanos para movilizar a sus votantes. El debate sobre la resistencia de la legislación sobre deportaciones y asilo, liderado por una Unión Demócrata Cristiana (CDU) muy crítica con el Gobierno, está omnipresente.

La oposición conservadora exige menos palabras y más palabras al canciller socialdemócrata Olaf Scholz, quien ha prometido aumentar el número de deportaciones y reducir las entradas irregulares. No es suficiente, aseguran que el líder de la CDU, Friedrich Merz, ha convocado un concurso de prensa para explicar la oferta que le hizo a Scholz: un pacto entre el Partido Socialdemócrata (SPD) y la CDU para cambiar las leyes necesarias para reducir reducir al mínimo la entrada de inmigración irregular. «Queremos recuperar el control de nuestras fronteras», aseguró a las preguntas de los periódicos que preguntaban sobre la legalidad de dar asilo a los solicitantes de asilo.

“El canciller se va de las manos del país”, esperaba Merz, que con su agarre aumenta su presencia sobre Scholz. El asilo de tres personas en Solingen en manos de un refugiado sirio ha intensificado un debate abierto desde hace meses sobre la capacidad de Alenia para atraer a millones de extranjeros. La diferencia ahora es que hablamos abiertamente sobre los orígenes de estos extraños. Merz propone viajar al frente sólo para refugiados de Afganistán y Siria. “Estos son los dos grupos problemáticos que nos importan”, aseguró. Consciente de que no era legal, propuse cambiar las leyes europeas.

El líder de la CDU ha repetido en varias ocasiones que sus seguidores no tienen nada que ver en las próximas elecciones, ya que el partido ultraderechista AfD es el favorito. “Diré lo mismo que si lo estuvieras produciendo tú”, aseguró. Había que justificarse ante las preguntas de los periodistas que sugerían copiar el informe sobre AfD para presentarse como un partido del orden y la seguridad. Algunas de las frases de Merz son escuchadas habitualmente por líderes ultrapartidistas, como «el sistema» [de acogida] no funciona” o que en Alemania hay clases de primaria “con hasta un 90% de niños que no pueden aprender nada”. La AfD tuvo el título de “cómplices” de la atención al resto de partidos.

Se esperaba que Scholz regresara a Merz para despejar a las fuerzas armadas en territorio alemán, pero el ataque lo obligó a cambiar su política de inmigración. El líder conservador se aseguró de que el Canciller escuchara a sus seguidores y les dijera que lo estaba considerando. Merz le propuso, en segundo lugar, aprobar las reformas legislativas entre los socios de la coalición socialdemócrata. “El SPD y el CDU-CSU tienen la mayoría. No necesitamos al FDP [liberales] «Ne en Los Verdes», dijo.

Medidas ilegales

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Algunos de los que propusieron a Merz ya tenían en marcha al ejecutivo de Scholz, quien tras el ataque al Cuchillo de Mannheim en mayo, cuando tapiaba una comisaría en manos de un refugiado afgano, había anunciado que quería expulsar a los afganos. y Siria, países ahora considerados inseguros y con ellos Berlín no mantiene relaciones diplomáticas. Otras no parecen viables, porque chocan con las leyes internacionales y con la Constitución alemana, que reconoce el derecho individual a solicitar asilo. Pero tiene un poderoso efecto político que Scholz no puede darse el lujo de ignorar. El canciller no tuvo documentos públicos en la calle de Merz y no dio su versión del contenido de la reunión ni anunció su respuesta.

Aunque el debate en televisión se centra en cómo mejorar las expulsiones o evitar nuevas entradas, cuestiones como la integración o la financiación de los servicios que ocupan los refugiados también cobran protagonismo en los medios. Se incluye para analizar temas hasta ahora considerados tabú en la mayoría de las publicaciones periódicas alemanas, como la relación entre inmigración y delincuencia.

«La cuestión de si los inmigrantes son más delincuentes que los ciudadanos alemanes es extremadamente controvertida desde el punto de vista político», escribe este martes Fráncfort del Meno, que aportan datos según los cuales el porcentaje de delitos violentos cometidos por extranjeros ha aumentado en los últimos años.

El diario de Frankfurt recuerda que los asesinatos recientes cometidos por inmigrantes fueron motivados por el islamismo –probablemente Solingen, cuya autoridad fue asumida por el Estado Islámico; Manheim; Wurzburg y Berlín— o para tratamiento mental, pero “lo que muchos de los casos tienen en común es que los perpetradores o sospechosos se encuentran en situaciones de vida precarias”, agrega: “Muchos carecían de estatuto de protección, llevaban años viviendo en alojamientos para refugiados y algunos fueron castigados con la deportación”.

Las autoridades han cometido errores que se pueden evitar y que no tienen en cuenta que las leyes migratorias están vigentes, como no realizar deportaciones. No me interesa que el supuesto Asesino de Solingen recibiera una orden de expulsión a Bulgaria (desde donde había entrado en la UE) que no se ejecutó. Si estás investigando qué ocurrió y por qué se abandonaron los talleres, puedes facilitar el error. “No quiero entrar en un juego de culpas”, dijo cuando le dijo que las deportaciones son responsabilidad de los estados federales. En Renania del Norte-Westfalia, Tierra donde se reúne Solingen, gobierna la CDU.

Alemania también está centrando sus servicios de seguridad e inteligencia, porque en algunos casos promedio no ha sufrido daños graves ni pérdida de visión de personas que deberían haber sido monitoreadas. “Esto probablemente se explica por la gran cantidad de personas que han llegado al país desde 2015”, añade el Frankfurter Allgemeine. Desde 2015, 2,7 millones de solicitantes de asilo han sido recogidos en Alemania, mientras que han llegado otros 1,2 millones de refugiados de guerra ucranianos. El propio Scholz, un socialdemócrata que aplaudió a Merkel cuando las cancilleres decidieron abrir las fronteras, reconoció que «son demasiados».

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