La guerra híbrida de Rusia en Europa ya es una realidad, como dicen los países bálticos y Polonia. Y no se puede limitarse a los ciberataques, el sabotaje y la explotación de la migración, en beneficio de los más vulnerables. Los países de la UE cercanos a Rusia y Bielorrusia reclaman al club comunitario un impulso común y «herramientas extraordinarias» para financiar y poner en marcha una «línea de defensa» para fortalecer sus fronteras ante la «angustia existencial» que el Kremlin y representa su apetito imperialista para la Unión. «Necesitamos una iniciativa de defensa para proteger a los europeos hoy y en los próximos años», dijeron Lituania, Estonia, Letonia y Polonia, cuatro Estados miembros de la UE, en un documento dirigido al presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, de la Comisión Europea. Úrsula von der Leyen.
«Rusia no ha cambiado sus objetivos estratégicos, que incluyen el resto de zonas de depreciación y esferas de influencia del pasado, que representan un dolor de cabeza existencial para Europa y la comunidad transatlántica», dicen los cuatro miembros de la Europa oriental en el mapa al que EL PAÍS se encendió. «La UE debe utilizar sus armas y su política para mejorar la ayuda a la hora de crear resiliencia y preparación para la defensa en toda la Unión», exige.
La carta indica cuándo los líderes de los 27 estados miembros del club comunitario regresarán a Bruselas para estos partidos y las fechas para acordar la sede de la Copa Unión para los próximos cinco años. También firmará sus “compromisos” de seguridad con Ucrania para garantizar al país invadido por Rusia su ayuda financiera, política y diplomática ante la agresión rusa. La Unión y sus miembros llegaron a Kiev por valor de 100.000 millones de euros, de los cuales 35.000 millones para armas. El club comunitario abre la puerta, además, a firmar “compromisos de seguridad más amplios”, según el booker de información confidencial que pudo conocer este diario. Este pacto fue firmado por varios países de la UE, entre ellos España.
Con un trasfondo de inestabilidad global, los líderes de la UE también acordarán el camino a seguir con nuevas prioridades para la próxima legislatura en una agenda estratégica actualizada en la que la defensa y la competitividad son nucleares, todo ello antes de que se extienda la perspectiva de una guerra de Rusia contra Ucrania. También habrá un debate sobre cómo financiarlo. Los miembros pidieron a Von der Leyen poder elegir sobre la mesa antes de iniciar la nueva estrategia de defensa con la que dará impulso a la industria militar europea. Y entre estas opciones, mucha gente espera que los euros paguen nuevas necesidades con asistencia mutua.
Escudo antiaéreo
Sin embargo, el presidente de la Comisión Europea optará por presentar, a cambio, una serie de «iniciativas paneuropeas de defensa» para abrir el debate y, por tanto, llegará el momento de analizar cómo se costea. Entre ellos estará el “escudo antiaéreo” propuesto por sus aliados Donald Tusk, el primer ministro polaco, y el griego Kyriakos Mitsotakis, para cegar los cielos europeos a los vehículos aéreos avanzados no convencionales, la guerra electrónica, los misiles de larga distancia, incluidos los hiperbólicos misiles de crucero, o cazas de quinta generación.
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Von der Leyen cree que si hablamos de fondos y no de proyectos concretos, y especialmente en un momento europeo y global tan volátil, el debate acabará en una espiral. Sin embargo, algunos Estados miembros de la junta directiva del líder demócrata cristiano alemán, que no quieren entrar en temas espinosos en un momento en el que está en juego su continuidad al frente de la Comisión Europea, sabrán poco de ellos.
En este escenario, las tres pequeñas repúblicas bálticas y Polonia ponen sobre la mesa una iniciativa propia que se basa en el nombre del escudo oriental y la línea de defensa del Báltico, proyectos, instalaciones e infraestructuras en curso o un punto para situarse en sus fronteras con Bielorrusia (considerada una marioneta del Kremlin y lanzada por los tropos del presidente ruso, Vladímir Putin, que inició la invasión a gran escala de Ucrania en febrero de 2022) y Rusia.
“Vivimos a la sombra de la guerra y nuestros países pueden sentir lo que significa ser los Estados de primera línea de la UE”, dicen en su carta los cuatro miembros, también miembros de la OTAN y que son, además, la Unión Europea. alias que más invierten en defensa (entre el 2,85% de su PIB en el caso de Lituania y el 4,12% de Polonia, por menos del 2% pactado en la Alianza Atlántica).
«Paralelamente a nuestro apoyo a Ucrania, debemos comprometernos a asumir una mayor responsabilidad por nuestra propia seguridad y defensa», señaló. «Necesitamos hacer más y coordinar iniciativas de defensa dentro de la UE y con la OTAN, que es la base de la defensa colectiva, combinando nuestras capacidades para proteger, disuadir y defender a nuestra gente y nuestro territorio», añade en la carta.
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