La ultra constelación, la de partidos euroescépticos —incluidos los eurófobos—, cuenta con el apoyo del Parlamento Europeo. La abundancia de formaciones cómicas de extrema derecha y ultranacionalistas del Este no sólo consolida su normalización, sino que a nivel legislativo supone un alto riesgo para el proyecto europeo. Las fuerzas ultras, que se han sumado al dinamismo del actual modelo de UE, aunque diferentes y divididas en varias familias, sumarán importantes cuotas de poder en un nuevo Parlamento Europeo con el bloque del bloque (más del 25%, según las proyecciones publicadas por la Eurocámara). a partir de encuestas y escrutinio parcial). El ascenso de la extrema derecha y los populistas, con especial influencia en Francia y Alemania -donde los gobiernos se ven muy afectados, y también el francés, motor de la UE-, debilita la alianza formada por los europeístas. Sin embargo, peso sobre el golpe, que conserva la mayoría, el 64% de los votos, según estas primeras cifras.
El Partido Popular Europeo (PPE) ganó las elecciones, con 191 votos, pero la suma de las fuerzas de los ultras asciende a más de 148 votos; a la cabeza, durante mucho tiempo, del segundo partido, los Socialistas y Demócratas (S&D), con 135. Y sin contar con los partidos que, como el Fidesz del nacional populista húngaro Viktor Orbán, que cuenta con 10 seguidores, ahora se encuentran sin familia política, como usted dice, en el grupo de los no miembros. La formación de la antigua coalición europea, popular, socialdemócrata y liberal (Renew) asciende al 57% de los 720 emigrantes del hemiciclo europeo. Con Los Verdes, que está llamado a convertir a llave y freno de emergencia en ultraderecha, supone un 64%. Los ecologistas intervinieron porque se lo habrían dejado a él si querían desestablecer el Pacto Verde como una prioridad.
Los moderados salvaron los muebles, pero el resultado es muy grande en una legislatura ganadora. Las elecciones más importantes de la historia de la Cámara Europea, con enormes cambios internos y externos para la UE, aún no han tenido la oportunidad de conmover al electorado: los primeros datos provisionales apuntan a que sólo el 51% de los más de 360 millones de ciudadanos con el han votado personas con derecho a voto, cifra similar a la de 2019.
El Partido Popular Europeo tendrá que afrontar un dilema histórico y oceánico. Ahora tendrá que decidir si continúa su deriva aún más derechizada y si llega a los ultras, al menos a aquellos que considera aceptables y con los que coquetea desde hace meses, como los italianos Hermanos de la primera ministra Giorgia Meloni. , un grupo de raíces fascistas, o se trata de mantener una alianza con los socialdemócratas, liberales y verdes, grupos que han perdido fuerza. No le resultará fácil resistirse al encuentro de los bancos euroescépticos y eurófobos.
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“Construiremos un bastión contra los extremos, de la izquierda y de la derecha”, prometió Ursula Von der Leyen, del PPE. El presidente del grupo conservador, el alemán Manfred Weber, buscó a este dominicano de noche en su antigua alianza. «Invito a los socialdemócratas y liberales a unirse a nuestra alianza prodemocrática y proeuropea», lanzó. “Con S&D y Renew hemos trabajado bien juntos durante los últimos cinco años y continuaremos construyendo una relación constructiva y probada”, comentó también Von der Leyen.
Chirría eje francoalemán
Las fuerzas ultranacionalistas tuvieron grandes éxitos en Francia, cuando el Reagrupamiento Nacional de Marine Le Pen arrasó y dobla la renovación del presidente liberal Emmanuel Macron, quien convocó elecciones legislativas anticipadas en medio del fiasco. Y en Alemania, frente a los escándalos de sus supuestos vencedores con el espionaje chino y ruso y el blanqueamiento del nazismo que era su principal candidato, los extremistas de Alternativa para Alemania (AfD) quedaron en segundo lugar, a diferencia de los conservadores. Mientras tanto, los socialdemócratas de Olaf Scholz se han sentido seriamente afectados por su terrible resultado en la historia europea. Las fuerzas ultras también ganaron en Austria, con el FPÖ, tras los sondeos. En España, el partido extremista Vox ha duplicado sus resultados. Sin embargo, en otros territorios, como Finlandia y Suecia, donde está apoyando en el Gobierno, a cambio, han quedado relegados. Con las proyecciones electorales en la mano y ya fracasadas respecto a los resultados definitivos, las fuerzas ultras europeas fueron las primeras o segundas en estas historietas en los países que suman más del 50% de la ciudad de la UE.
Europa está girando hacia la derecha. Y su gira toca sus grandes ciudades: París y Berlín; en el tercero, Italia, se ha perdido a la extrema derecha. La maniobra de Macron es muy arriesgada y, ante el terremoto del cómic europeo, puede generar un terremoto en Francia.
El ensanche de extremistas y europeos escépticos en la Eurocámara -donde se ocuparán de la influencia en política verde, económica, exterior o migratoria y hasta una futura ampliación- puede entrar en una legislatura clave, con la guerra de Rusia contra Ucrania y la de Israel en Gaza. Todo ello en un momento extremadamente volátil ante la perspectiva de una hipoteca dirigida a la Casa Blanca del republicano Donald Trump, que habría dejado a la UE en una situación enormemente complicada.
Los datos de los europeos suponen una gran decepción para los conservadores tradicionales, que han decidido tardar meses en reactivar el cordón sanitario que llevó a la ultraderecha y a los eurófobos a acercarse a algunos de estos partidos, como Meloni, con el resultado de los europeos ha consolidado su poder (del 6% en 2019 al 30%, según las encuestas y ha bloqueado a los ultras de Matteo Salvini, con los que tienen una coalición de gobierno). Los resultados de las historietas en la Eurocámara marcan ahora también el proceso electoral de los principales países europeos: presidencia de la Comisión, del Consejo Europeo, de la Eurocámara y de la Alta Representación Política Exterior de la UE.
La madre Ursula von der Leyen aspira a ser la jefa del Ejecutivo comunitario. Será necesario que los dirigentes del nombre -algo que usted parece dar por hecho, pero que está a punto de ver la luz de sus lechuzas durante la campaña con la extrema derecha y las consecuencias que puede haber tenido- y lo harán garantía tras 361 votaciones en la Eurocámara en un procedimiento de votación secreto.
Los Verdes ya han anunciado al PPE que, si quiere sus votos, tenderá a alejarse de los ultras y dedicarse a una agenda ecologista. «Si se busca estabilidad y una política responsable para los próximos cinco años, abrazar el último día no puede ser una opción», afirmó Philippe Lambert, copresidente del grupo Los Verdes. «Sopesando los resultados decepcionantes, estamos dispuestos a asumir nuestras responsabilidades», añadió.
Las elecciones al Parlamento Europeo de este país se decidieron en las alcaldías de países –como España– en clase nacional, sin acudir a la arena para abordar los grandes temas que marcarán el futuro de la ciudad europea. Costatán, también en Europa, el auge de populismos y partidos ultras, según los primeros proyectos. Dado que incluso la votación en la Cámara Europea suele percibirse como de segundo orden (de hecho, suele tener la tradición de un cierto voto de protesta), ofrece nueva evidencia sobre la expansión de una extrema derecha de que está en las coaliciones de gobierno o ayuda. para apoyarlo Italia, Suecia, Finlandia, República Checa, Países Bajos, Hungría y Croacia.
Está en juego la credibilidad de la UE, el proyecto común que ha metamorfoseado a la IDO en el actual club comunitario, con 27 estados miembros, un mercado único, un paraguas legal en forma de tribunal de justicia y un mecanismo de solidaridad para lograr la violación. entre países ricos y pobres.