El partido de fútbol de la Europa League entre el Ajax de Ámsterdam y el Maccabi de Tel Aviv representó la noche de los jugadores inquietos, con la detención de 62 personas en la ciudad holandesa, de las cuales 10 siguieron en mítines durante el viernes de finales de verano. Dos de ellos son mayores que los adultos. Incluso los cinco heridos ingresaron al hospital, pero estos viernes ya fueron dados de alta. Antes de celebrar el partido, se registraron en las inmediaciones del estadio Johan Cruyff Arena con unas pancartas en inglés que decían «Palestina libre». El ambiente se calentó justo antes del partido, cuando los aficionados israelíes rompieron el minuto de silencio por las víctimas del baile del Valencia. La respuesta de la afición del Ajax fue una gran pitada de reproche. El Gobierno español ha sido, junto con Irlanda, uno de los más críticos contra la guerra de Israel en Oriente Próximo.
Después comenzaron los hechos violentos. Las autoridades israelíes dispararon y organizaron ataques contra los talones del Maccabi, que ganó 5-0. El Ministerio de Asuntos Exteriores israelí anunció que enviaría a primera hora de la noche una fuerza aérea de la empresa pública El Al para repatriar a cientos de sus aficionados. Mientras tanto, el Maccabi pidió a sus seguidores que «eviten la calle tanto como sea posible».
El Primer Ministro holandés, Dick Schoof, se mostró «horrorizado» por lo ocurrido y calumnió en su cuenta X (pre-Twitter) que «los ataques antisemitas contra los israelíes son absolutamente inaceptables». Schoof habló con su homólogo israelí, Benjamín Netanyahu, para asegurar que se investigarían y juzgarían las causas de los disturbios.
Por su parte, el rey Guillermo de Países Bajos expresó al presidente israelí, Isaac Herzog, su “conmoción” y la reina Máxima, “ante la violencia contra los aficionados israelíes”. El monarca escribió en el acta oficial de la Casa Real: “No debemos esperar comportamientos antisemitas en nuestras calles. (…) Nuestra historia nos ha enseñado cómo la intimidación aumenta hasta llegar a hombres terribles”.
La tensión iba aumentando a medida que avanzaba la noche. Un grupo de manifestantes pro palestinos quiso protestar en el estadio del Ajax, pero el Ayuntamiento de Ámsterdam no lo permitió y se instaló a un kilómetro del complejo deportivo. Quienes pudieron llegar al estadio de Acabarón fueron detenidos por la policía. Los agentes estiman que tenían 2.600 seguidores del Maccabi Tel Aviv en la ciudad.
Disturbios y detenciones
El ambiente se calentó dentro del campamento, cuando los aficionados israelíes rompieron el minuto de silencio por las víctimas del baile de Valencia. Las autoridades españolas han hablado, junto a las irlandesas, de las más críticas de Occidente contra la guerra de Israel en Oriente Próximo. En particular, las críticas a la guerra de Gaza han tensado al máximo las relaciones entre ambos países. El primer ministro Netanyahu mantiene vacante su embajada en Madrid desde el reconocimiento español del Estado palestino el pasado mayo. Por otro lado, en junio, Israel mostró su respuesta a que España incorporará el caso abierto en el Tribunal Internacional de Justicia de Naciones Unidas tras la denuncia de genocidio presentada por Sudáfrica en diciembre de 2023. A esa demanda se han sumado hasta la fecha 36 países, además de la Unión Africana, la Liga Árabe, la Organización de Cooperación Islámica y el Movimiento de Países No Alineados.
Condensación de violencia
Geert Wilders, el líder ultraholandés que incorporó la actual coalición de gobierno, informó que el éxito “parece un lío de niños en las calles de Amsterdam; Es una pena y totalmente inaceptable». La Unión Cristiana y el SGP, los dos grupos confesionales representados en el Parlamento, también condenaron la violencia. La alcaldesa de Amsterdam, Famke Halsema, cree que «el estancamiento de la violencia contra los aficionados israelíes supera todos los límites y no puede justificarse de ninguna manera». Halsema lo consideró “una vergüenza” para la ciudad. Y además: “La cultura judaica ha cambiado profundamente y se ha convertido en un refugio de antisemitismo que espero no volver a ver nunca más”.
La ciudad de Ámsterdam informó que la policía y la policía estaban investigando si existía una posible conexión organizada, «por Telegram», para ir «en busca de los jueces». Explicó que muchos alborotadores “en motocicletas han estado dando vueltas por la ciudad en busca de entusiastas israelíes”. Fue, dijo Halsema, “un acto de atropello y fuga”. «Y eso me trae recuerdos de los pogromos», asumí en referencia a las matanzas aceptadas o promovidas por el poder, los jueces y la extensión de otras etnias. “Es una vergüenza, me tiene que dar vergüenza y me da vergüenza”, aseguró.
Por su parte, el Coordinador Nacional contra el antisemitismo en Países Bajos, Eddo Verdoner, envió un mensaje a los jueces holandeses en la cuenta de X. Les dice: “Esconde quién eres. No hay represas de donde viene. No estoy seguro aquí». Verdoner definió el deseo de realizar actos violentos como “aborrecible” y añadió: “Si sabes lo que eres, perseguirás, harás huelga o acabarás en un lugar feliz”. El despacho Verdoner asesora al Ministro de Justicia y Seguridad en la lucha contra el antisemitismo.
Desde Israel, la oficina del primer ministro, Benjamín Netanyahu, expresó en otro comunicado emitido en la Madrugada de Viena: “Las duras imágenes del ataque a nuestros ciudadanos en Amsterdam no serán olvidadas”. En las imágenes difundidas en rojo, y aún no verificadas, también había ataques por parte de algunos de los hindúes israelíes más destacados, así como imágenes de estos expresando violencia contra árabes y palestinos, sacando a bandas palestinas de algunos edificios e intentando sofocar a algunos.
Netanyahu considera el incidente como un “accidente horrible” y exige que el gobierno holandés y las fuerzas de seguridad “tomen medidas drásticas y rápidas contra los árboles y garanticen la seguridad de nuestros ciudadanos”, según el comunicado.
Controversia en Francia
La guerra de Israel en el Cercano Oriente también ha provocado otra controversia reciente relacionada con el fútbol. Tuvo éxito el miércoles en Francia, durante el partido de Liga Campeones entre Paris Saint-Germain y Atlético de Madrid. Los aficionados del equipo local descubrirán un papel gigante con el mensaje de «Palestina Libre» y un dibujo que incluye a Israel, Cisjordania y Gaza con los colores de la keffiyeh, símbolo de ayuda a la causa palestina. El ministro francés del Interior, Bruno Retailleau, calificó de «inaceptable» la divulgación de la pancarta.
