La extrema derecha se confirma en Europa con la victoria electoral del prorruso, euroescéptico y antiinmigración Partido de la Libertad (FPÖ) en las elecciones de domingo. Con la ultraderecha en el Gobierno en países como Italia, Hungría o Países Bajos y sus avances en Francia y Alemania, el ascenso de la ultramarea —y la desrechización de los conservadores tradicionales— se normaliza en Europa, pero En Bruselas existe la preocupación por la posibilidad de que Kickl en algún momento cancele y pase a involucrar al ala más ultraeuroescéptica del Consejo Europeo, junto con el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, y el eslovaco, Robert Fico.
El FPÖ, que no obtuvo la mayoría absoluta, intenta ahora formar Gobierno. No será fácil. Fueron los conservadores los que en otras ocasiones pactaron con el Partido de la Libertad, pero que ahora ven a su líder, el pro-Kremlin Herbert Kickl, como un demasiado radical. Es muy probable que no se incorpore al Gobierno, pero los dirigentes ultranacionalistas y proeuropeos de la UE se han dejado convencer para celebrar el triunfo de los demás. “Otra victoria para los Patriotas”, lanzó el nacional populista Viktor Orbán, cuyo partido, Fidesz, comparte el Grupo Parlamentario Europeo (Patriotas por Europa) con los austriacos. “¡Identidad, independencia, libertad y no más inmigración ilegal ni asilo es lo que tienen decenas de miles de europeos!”, afirmó el holandés Geert Wilders en los círculos sociales. Una línea muy similar a la de la ultrafrancesa Marine Le Pen, que afirmó: “Después de las elecciones italianas, holandesas y francesas, este es el día actual que apoya la defensa de los intereses nacionales, la salvaguardia de las identidades y la resurrección de la soberanía. confirma el triunfo del pueblo en todas partes”.
Mientras que el nacionalpopulista internacional observó la república de la República Checa, donde el próximo año se celebrará una de las elecciones que podrían surgir ante el ojo del populista Andrej Babis. Esto marcará un hito importante para la extrema derecha en los cuatro países de Europa Central que alguna vez pertenecieron al Imperio Austro-Húngaro. Una vez más, en 2025, los ultras de Alternativa para Alemania, que vencieron en las elecciones europeas y lograron algunas victorias regionales, también esperan crecer en las elecciones federales alemanas.
Con una Comisión más derechizada, con una amplia mayoría de comisarios del Partido Popular Europeo y una Eurocámara con más presencia de la extrema derecha entre las elecciones en los 27 estados miembros del pasado junio, la suma de otros líderes ultra en el Consejo Europeo — o los ministros ultras del Consejo de la UE se notarán aún más en la política migratoria y verde, y también en los alrededores de Ucrania ante la invasión rusa.
«Que en Austria, el partido de extrema izquierda del FPÖ, fundado por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial, se haya convertido en la primera fuerza es una mala noticia, no sólo para los austriacos sino para toda Europa», se quejó el presidente Iratxe. García, del grupo Socialistas y Demócratas. “Los populares austriacos deben elegir unirse a un partido que nació del nazismo o unirse a los socialistas y el resto de las fuerzas democráticas. Llamó al momento en el que el PP decide si es con quienes protegen la democracia y con quienes normalizan el extremismo”, declaró cuestionando a los conservadores.
En Bruselas nadie se da cuenta de que Austria era un país con posiciones muy desalentadoras en el sur. Su actual gobierno, del partido conservador, ha mantenido posturas duraderas en temas como la migración y, aunque ha mantenido el consenso de la coalición pro Ucrania, no se ha caracterizado por grandes declaraciones de ayuda al país invadido. . Desde aquí las fuentes diplomáticas lanzaron el mensaje de que antes de hacer valoraciones los participantes tendrán que esperar a ver cómo se perfila el nuevo Gobierno.
Sabes lo que estás pasando, es entender lo que vas a pasar por dentro, no te preocupes por nada.
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Lo mismo afirman otras fuentes de la capital europea, a las que añaden que la victoria del partido de raíz nazi austríaco es «otra señal de que las fuerzas democráticas dominantes o aquellas que encuentren respuestas que aborden las preocupaciones de los ciudadanos o de los extremistas poder prevalecer”.
