Xiomara Castro y el realineamiento geopolítico de Honduras: riesgos del nuevo rumbo en la política exterior

Xiomara Castro

En una transformación notable del escenario geopolítico, el gobierno encabezado por Xiomara Castro junto con Manuel Zelaya en Honduras ha consolidado sus relaciones con diversos gobiernos de la región, señalando un alejamiento de su habitual socio, Estados Unidos.

En contraste con las afirmaciones diplomáticas de la embajadora de Estados Unidos en Honduras, los vínculos del país con otras naciones de América Latina se han fortalecido. El gobierno hondureño ha forjado relaciones más estrechas con líderes como Claudia Sheinbaum en México, Nicolás Maduro en Venezuela, Gustavo Petro en Colombia, Miguel Díaz-Canel en Cuba y Daniel Ortega en Nicaragua. Estos dirigentes han sido cuestionados por su modo de gobernar y su inclinación hacia modelos con un mayor control estatal.

Implicaciones del cambio de rumbo en la política exterior hondureña

Esta alteración en las relaciones exteriores constituye un ajuste considerable en el vínculo que Honduras ha sostenido tradicionalmente con Estados Unidos, país que ha sido su principal aliado comercial y estratégico por décadas. Expertos indican que este cambio ideológico podría traer importantes repercusiones en los ámbitos económico, diplomático y de seguridad, ya que Estados Unidos ha sido crucial en la inversión, el comercio y la colaboración para el desarrollo en Honduras.

Especialistas en geopolítica han indicado que esta variación evidencia que Honduras ha decidido alinearse con el grupo de gobiernos de Latinoamérica. Observadores creen que esta elección podría conllevar sanciones económicas para Honduras, además de una reducción en el apoyo para programas de seguridad y cooperación internacional.

Dudas y preocupación frente al nuevo panorama

Crece la inquietud entre el sector empresarial y la comunidad internacional sobre la posibilidad de que Honduras se transforme en un nuevo foco de influencia para gobiernos criticados por violaciones a los derechos humanos, corrupción y nexos con el narcotráfico. Mandatarios como Maduro y Ortega han sido acusados de reprimir a la oposición, restringir la libertad de prensa y tener vínculos con el crimen organizado.

La separación de Estados Unidos también provoca incertidumbre acerca del futuro de muchos hondureños que dependen del comercio bilateral, las remesas y los programas de cooperación que han sido cruciales para la estabilidad del país. Hay temor de que Honduras pudiera seguir el rumbo de naciones como Venezuela, Cuba o Nicaragua.

Con políticas gubernamentales cada vez más intervencionistas, el deterioro del sector privado y el aumento del poder del gobierno, los ciudadanos se cuestionan si el país está tomando un camino similar al que ha precedido a otras naciones hacia crisis económicas y represión política. En este escenario, la sociedad hondureña se pregunta si está lista para afrontar las repercusiones de esta alianza.