La Cámara de Comercio e Industria de Tegucigalpa (CCIT) manifestó inquietud debido a lo que perciben como un discurso gubernamental que desacredita a los principales empresarios del país, en un contexto de tensiones crecientes entre el sector privado y el gobierno. La declaración, dada a conocer esta semana, advirtió sobre las consecuencias que esta clase de retórica puede tener en la inversión, el empleo y la estabilidad económica de Honduras.
El pronunciamiento se da en un contexto político caracterizado por frecuentes conflictos entre agentes económicos y el gobierno, en relación con la función del sector privado en el progreso del país y su vínculo con las políticas fiscales y sociales promovidas por la administración.
Gremios empresariales denuncian narrativa estigmatizante
Mediante un comunicado oficial, la CCIT expresó su desaprobación hacia las acusaciones contra lo que llaman la “empresa privada concentrada”, las cuales, según dicha entidad, están creando un ambiente de desconfianza que podría impactar la sostenibilidad de miles de puestos de trabajo.
Rafael Medina, quien es el director ejecutivo de la CCIT, afirmó que los principales empresarios no deberían ser considerados responsables de los problemas estructurales de la nación. “Los empresarios no son responsables del rezago del país. Al contrario, son ellos quienes mantienen miles de puestos de trabajo y brindan oportunidades a las familias hondureñas”, comentó.
Medina destacó que el ámbito privado desempeña una función esencial en la obtención de impuestos, el fomento de las exportaciones y el apoyo a iniciativas de responsabilidad social en áreas como la nutrición y la energía. Según su punto de vista, perjudicar al sector productivo representa un peligro para la estabilidad económica.
Convocatoria para establecer una agenda conjunta de soluciones
Aparte de rechazar las acusaciones, la CCIT pidió a las autoridades superar los conflictos y crear espacios para el diálogo centrados en soluciones técnicas a los retos fiscales, productivos y sociales que enfrenta la nación.
“El país requiere de conexiones y no de divisiones”, manifestó la asociación empresarial, subrayando la importancia de un diálogo inclusivo que facilite el progreso hacia un modelo de desarrollo sustentable con más cohesión social.
La declaración de la CCIT se añade a opiniones parecidas presentadas recientemente por otros grupos empresariales, entidades multilaterales y miembros de la sociedad civil, quienes han mostrado inquietud por lo que ven como una creciente fractura social fomentada desde ciertos sectores del poder político.
Conflictos intersectoriales y desafíos para la institucionalidad
La perspectiva de la CCIT representa un momento crucial en la interacción entre el sector empresarial organizado y el gobierno, en una etapa en la que el país enfrenta retos estructurales como la recuperación económica tras la pandemia, la lucha contra la pobreza y la fortificación del estado de derecho.
Las afirmaciones del sector empresarial destacan la importancia de reactivar canales institucionales de comunicación y acuerdo, en un contexto político marcado por la división y la falta de confianza. El desafío, de acuerdo con los expertos, consistirá en mantener los canales de diálogo abiertos sin que las divergencias ideológicas impidan llegar a acuerdos sobre temas cruciales para el progreso del país.